Sequía y estrés hídrico: cómo reducir riesgos y optimizar el consumo de la electrobomba sumergible

La sequía ya no es una variable ocasional: se ha convertido en una condición habitual con la que deben lidiar los sistemas agrícolas e industriales cada verano. El problema no es solo la escasez de agua, sino también el efecto que esto provoca en el corazón del sistema: la electrobomba sumergible.
Cuando el nivel freático de un pozo desciende —a menudo sin señales evidentes— la electrobomba sumergible sufre un estrés mecánico y térmico. Aumenta el consumo energético, se incrementan los ciclos de arranque, disminuye el caudal y, en los peores casos, se produce un bloqueo.
Tras más de 20 años junto a técnicos, instaladores y mantenedores, en FB tenemos una certeza: la sequía no se puede evitar, pero sus consecuencias pueden gestionarse de forma inteligente. Con el enfoque adecuado, es posible proteger la electrobomba sumergible, reducir el consumo y garantizar la continuidad operativa.

Detectar a tiempo los signos del estrés hídrico​

Identificar a tiempo las señales de estrés en el sistema es clave para prevenir situaciones críticas, como el funcionamiento en seco, que pueden dañar de forma irreversible la electrobomba sumergible.

Principales indicadores de estrés hídrico:
• disminución de la presión,
• reducción del caudal,
• incremento de la frecuencia de arranque,
• anomalías acústicas o vibraciones,
• aumento anormal del consumo eléctrico.

Si no se monitorizan y gestionan correctamente, estos fenómenos provocan un deterioro progresivo del rendimiento del sistema, con impactos negativos en la eficiencia energética y la vida últil del equipo.
En los siguientes párrafos se analizan las medidas más eficaces para intervenir a tiempo y garantizar el servicio incluso en condiciones hídricas críticas.

Prevenir el funcionamiento en seco: actuar antes del daño​

En caso de descenso del nivel freático, es esencial detener el sistema antes de que sea demasiado tarde. La electrobomba sumergible no debe funcionar nunca en ausencia parcial o total de agua.

Para evitar el funcionamiento en seco, el cuadro eléctrico debe contar con:
• sondas de nivel para un monitoreo constante del acuífero,
• protecciones electrónicas o electromecánicas para apagar automáticamente la electrobomba sumergible antes de que falte el agua.

Una electrobomba sumergible que se detiene de forma segura evita sobrecalentamientos, daños, paradas imprevistas y costosas reparaciones.

Asegurar un flujo constante con válvulas y boquillas de caudal reducido​ 

Cuando el agua escasea, forzar el sistema es contraproducente.
Un caudal excesivo durante el estrés hídrico provoca encendidos y apagados constantes, sobrecarga el motor y aumenta el riesgo de avería.
La solución consiste en estabilizar el flujo, reduciendo el caudal de salida y distribuyendo el agua de forma más uniforme y acorde a las condiciones del pozo.
La instalación de válvulas ajustables o boquillas de caudal reducido permite dosificar con precisión, controlar el consumo y prolongar la vida últil del sistema.

Elegir electrobombas sumergibles diseñadas para situaciones de estrés hídrico​

En un contexto donde la sequía y el estrés hídrico son recurrentes, es necesario replantear las decisiones técnicas con una visión enfocada en la continuidad, eficiencia y fiabilidad del sistema.
Ya no basta con seleccionar electrobombas sumergibles según parámetros estándar: se necesita una solución diseñada para soportar condiciones térmicas y mecánicas exigentes, manteniendo un rendimiento estable ante niveles de agua variables.
En este sentido, las electrobombas sumergibles FBSX, fabricadas íntegramente en acero inoxidable microfundido, representan una solución técnica avanzada.
Principales ventajas:
• alta resistencia a la corrosión y a la abrasión,
• eficiencia energética constante incluso con caudal reducido o discontinuo.

Adoptar tecnologías diseñadas para escenarios críticos permite reducir los costes operativos y proteger el sistema de paradas y daños a largo plazo.
Hoy más que nunca, repensar la electrobomba sumergible significa invertir en una gestión sostenible y con visión de futuro.